
Derechos musicales: autor, conexos y reproducción explicados fácil
Introducción
Hablar de música es también hablar de derechos. Cada vez que una canción se compone, se interpreta o se reproduce, entran en juego diferentes tipos de derechos musicales. Comprenderlos es clave para no perder ingresos y para asegurar que tu obra se utiliza en condiciones justas.
Sin embargo, muchos artistas emergentes confunden conceptos como “derechos de autor”, “derechos conexos” o “derechos de reproducción”. En este artículo aclaramos estas diferencias y mostramos cómo plataformas como Shamusic ayudan a protegerlos desde el inicio.
Derechos de autor
Son los que corresponden al creador de la obra (el compositor o letrista). Incluyen:
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Derechos morales: reconocimiento como autor, respeto a la integridad de la obra.
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Derechos patrimoniales: explotación económica (reproducción, comunicación pública, distribución, transformación).
Estos derechos nacen automáticamente con la creación, pero requieren pruebas sólidas de autoría para ser defendidos.
Derechos conexos
A diferencia de los de autor, los derechos conexos corresponden a quienes participan en la interpretación, ejecución o producción de la obra:
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Intérpretes o ejecutantes (cantantes, músicos).
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Productores fonográficos (quienes graban la obra).
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Organismos de radiodifusión.
En España, estos derechos suelen gestionarse a través de entidades como AIE o AGEDI.
Derechos de reproducción y distribución
Son una parte de los derechos patrimoniales, e incluyen la posibilidad de:
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Grabar y vender copias físicas (CD, vinilo).
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Distribuir digitalmente en plataformas de streaming.
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Autorizar la reproducción en medios audiovisuales.
Cómo proteger y gestionar estos derechos
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Registros públicos: aseguran reconocimiento estatal, pero son lentos y burocráticos.
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Entidades de gestión colectiva: recaudan regalías, pero no certifican autoría.
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Shamusic: permite certificar tu obra al instante en blockchain, garantizando una prueba inviolable de autoría que luego sirve de base para reclamar cualquier derecho (autor o conexo).
El papel de Shamusic como primera línea de defensa
Antes de cobrar regalías o negociar contratos, necesitas probar que la obra es tuya. Ese es el rol de Shamusic:
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Certifica tu música en minutos.
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Genera un documento probatorio internacional.
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Refuerza tu posición ante editoriales, discográficas y entidades de gestión.
Conclusión
Los derechos musicales son múltiples y abarcan tanto a compositores como a intérpretes y productores. Entenderlos es fundamental para no perder oportunidades ni ingresos.
Con Shamusic, cualquier artista puede proteger su autoría de manera rápida y fiable, asegurando que sus derechos musicales estén respaldados por la tecnología blockchain.