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La sociedad del Fucking algoritmo

By 16 de enero de 2025enero 20th, 2025Blog

La sociedad del fucking algoritmo

En un mundo donde los algoritmos dictan gran parte de nuestra interacción con el contenido, su impacto en la industria musical no puede ser subestimado. Como bien explora la Fundación Everis, plataformas como Spotify y YouTube utilizan algoritmos para predecir y recomendar música basándose en patrones de consumo.

Sin embargo, esta personalización tiene un efecto colateral preocupante: empuja a los oyentes hacia una zona de confort musical, limitando la exploración y, en última instancia, homogenizando el gusto colectivo.

El Algoritmo: ¿Aliado o barrera creativa?

Los algoritmos se han convertido en curadores universales, diseñados para maximizar nuestra satisfacción inmediata. Esto puede ser ideal para las plataformas, que buscan retener usuarios, pero plantea serios retos para el arte y la diversidad cultural.

En una industria musical que históricamente ha sido un crisol de influencias culturales, la priorización de la popularidad por encima de la autenticidad amenaza con convertirla en una fábrica de éxitos predecibles. El desafío está claro: en esta «sociedad del fucking algoritmo», la diversidad y la innovación están en peligro de quedar relegadas, sacrificadas en favor de métricas que priorizan la rentabilidad.

Shamusic: Tecnología al servicio de la diversidad musical

Aquí es donde iniciativas como Shamusic marcan una diferencia crucial. La plataforma, diseñada específicamente para artistas emergentes, utiliza tecnología blockchain no solo para certificar y proteger las obras musicales, sino también para fomentar colaboraciones artísticas diversas. En Shamusic, cada canción registrada adquiere un identificador único que protege su autoría, eliminando barreras burocráticas y promoviendo un entorno donde la creatividad pueda florecer.

Además, la filosofía detrás de Shamusic está alineada con el objetivo de romper la homogenización que los algoritmos generan. Al permitir que los artistas construyan su identidad de marca y conecten con otros profesionales, la plataforma actúa como un puente hacia un ecosistema musical más inclusivo y dinámico. Como se destaca en su visión, «romper las barreras de la creatividad musical en la era digital» es tanto un objetivo como una misión.

Soluciones innovadoras para recuperar la diversidad

La crítica a los algoritmos no implica rechazarlos, sino rediseñarlos para ser aliados de la diversidad. Shamusic propone un modelo que otras plataformas podrían emular:

  • Diversidad como criterio: Los algoritmos podrían incluir activamente artistas independientes y géneros emergentes, equilibrando las recomendaciones entre lo popular y lo diverso.

  • Fomento de la exploración: Las herramientas de Shamusic incentivan a los usuarios a descubrir música nueva, conectando con artistas que de otra forma podrían permanecer invisibles en plataformas masivas.

  • Transparencia en los datos: Al integrar blockchain, Shamusic ofrece un modelo de gestión clara y confiable, no solo para proteger derechos, sino también para entender cómo se valoran las colaboraciones y obras.

Conclusión: Recuperando el control en la Era Digital

La música es un reflejo de nuestra diversidad y humanidad. Aunque los algoritmos han transformado cómo consumimos contenido, plataformas como Shamusic demuestran que la tecnología también puede ser una fuerza para la democratización y la innovación.

Al proteger la autoría, fomentar las colaboraciones y empoderar a los artistas emergentes, Shamusic no solo desafía la homogeneización de los algoritmos, sino que también celebra lo inesperado.

En esta sociedad dominada por el «fucking algoritmo», iniciativas como Shamusic nos recuerdan que, en la música y en la vida, lo diferente y lo auténtico siempre valen la pena.